Space Invaders, lanzado en junio de 1978 por la empresa japonesa Taito Corporation, es uno de los videojuegos más importantes y revolucionarios de todos los tiempos. Diseñado por Tomohiro Nishikado, marcó el nacimiento del género de shooters espaciales y dio forma a la industria moderna del videojuego. Este clásico no solo fue un fenómeno cultural y comercial, sino también una muestra temprana de cómo la interacción entre diseño, tecnología y psicología del jugador podía generar una experiencia única y adictiva.
Tomohiro Nishikado se inspiró en La Guerra de los Mundos de H. G. Wells, Star Wars, y películas de ciencia ficción de los años 50’s y 60’s. Originalmente iba a presentar soldados humanos, pero fue cambiado a extraterrestres por limitaciones técnicas y para evitar controversias.
Tal vez lo más destacado de este videojuego es que Nishikado diseñó el hardware desde cero, ya que en 1978 no existía una plataforma lista para soportar sus necesidades gráficas. Para ello, utilizó una CPU Intel 8080 corriendo a 2 MHz con gráficos rasterizados monocromáticos (blanco y negro), más una pantalla CRT vertical. La versión arcade japonesa usaba una pantalla blanco y negro con una lámina de color en la parte superior que daba la ilusión de que los gráficos realmente eran a color.
La mecánica de juego es la siguiente: el jugador controla un cañón láser móvil en la parte inferior de la pantalla, con el objetivo de eliminar filas de alienígenas que descienden gradualmente hacia la Tierra. Los invasores se organizan en filas y columnas, avanzando lateralmente y descendiendo con cada giro. La velocidad es progresiva, a medida que se eliminan enemigos, los restantes se mueven más rápido, creando de esa forma una creciente tensión. El jugador puede protegerse detrás de escudos destructibles (barricadas) y una nave madre ocasional (un OVNI sorpresa) cruza la parte superior para otorgarnos puntos extra en caso de que lo podamos destruir.
Space Invaders tuvo un efecto psicológico innovador: la aceleración progresiva del juego fue accidental, resultado de que el hardware podía manejar mejor menos cantidad de sprites. Esta limitación terminó convirtiéndose en una mecánica central del juego.
Luego de su lanzamiento original en Japón, en junio de 1978, llegó a los Estados Unidos a través de Midway Games, subsidiaria norteamericana de Bally. Se estima que se vendieron más de 360.000 máquinas arcade de Space Invaders en todo el mundo, y en Japón se reportó una escasez de monedas de 100 yenes debido a la enorme demanda de jugadores.
El éxito absoluto del arcade llevó a múltiples conversiones oficiales y no oficiales del juego, incluyendo:
- Atari 2600: la primera adaptación licenciada de un arcade a una consola doméstica; vendió más de 2 millones de copias.
- Ports a diversas plataformas de home computers como MSX, Sinclair ZX Spectrum, Commodore 64, Apple II, Texas Instruments TI-99/4A, y muchas otras.
- Reversiones modernas y remakes: Space Invaders Infinity Gene, Extreme Forever e Invaders Frenzy.
- Fue incluido en recopilaciones como Taito Legends y Space Invaders Anniversary.
El impacto cultural y el legado de Space Invaders es enorme. Dio origen a los shooters, fixed shooters y sirvió de inspiración para títulos como Galaga, Defender, Phoenix y Gradius. Generó un merchandising masivo, ingresó en el Guinness World Records como “el arcade más exitoso de todos los tiempos” y forma parte de la colección permanente del Smithsonian Institution y el Museum of Modern Art (MoMA).
Space Invaders no solo fue un videojuego de éxito abrumador, sino el símbolo del inicio de la era dorada de los videojuegos arcade. Sentó las bases para la jugabilidad basada en puntuaciones, dificultad progresiva y diseño adictivo. Su legado sigue vivo, y su influencia es palpable en cada nueva generación de videojuegos.