A mediados de los años 80’s el mercado de home computers en Europa vivía un auge sin precedentes. La competencia entre fabricantes como Sinclair, Commodore, Acorn y Oric era feroz, y cada nuevo lanzamiento podía marcar el destino de una empresa. En este escenario emergente, Amstrad, una compañía británica especializada hasta entonces en productos de audio y electrónica de consumo, decidió irrumpir en el mercado informático con un proyecto ambicioso: la creación de una computadora completa, económica y fácil de usar. Así nació la Amstrad CPC 464.
Pero antes de su exitoso lanzamiento en junio de 1984, existió un prototipo clave, casi desconocido fuera de círculos técnicos, que definió las bases de la computadora que transformaría el mercado europeo. El desarrollo de la CPC 464 comenzó en 1983 bajo el nombre en clave Arnold. Amstrad encargó la arquitectura del sistema a la consultora Indescomp, una empresa española con sede en Madrid liderada por Fernando Sáenz, quien fue el responsable de la ingeniería inicial del prototipo.
El equipo de desarrollo fue pequeño pero altamente eficiente. Trabajaron en un diseño basado en el procesador Zilog Z80A, elegido por su bajo costo y la abundancia de software y herramientas de desarrollo compatibles, especialmente desde el sistema operativo CP/M.
El primer prototipo de la CPC 464 fue construido a mano en 1983 y presentado en reuniones internas de la empresa y ante algunos distribuidores seleccionados para su evaluación comercial. Aunque funcional, tenía un diseño más rudimentario: la carcasa era de color gris con tonos beige, los circuitos estaban montados en placas de desarrollo, y no existía aún la distintiva estética que caracterizaría al modelo final.

Durante el desarrollo, Amstrad descartó algunas ideas por razones de costo, como incluir una unidad de disquete interna en la versión básica. Sin embargo, sí optaron por incluir un monitor monocromo o color en cada paquete, asegurando compatibilidad total desde el primer encendido.
En marzo de 1984 los primeros prototipos funcionales estaban listos para ser fabricados en masa. La producción se realizó en Asia, y el producto final (la CPC 464) fue oficialmente lanzada en junio de 1984 en el Reino Unido, con un gran éxito comercial. El prototipo fue clave para convencer a minoristas como Dixons de que Amstrad podía competir de forma seria, y gracias a ello el lanzamiento fue acompañado de una fuerte red de distribución y marketing.
Aunque pocos prototipos originales sobrevivieron, se conocen algunos detalles clave por entrevistas y documentos internos filtrados:
- El sistema fue desarrollado en lenguaje ensamblador para el Z80.
- La ROM del prototipo ya incluía versiones preliminares del Locomotive BASIC, uno de los BASIC más potentes para home computers de 8 bits.
- El firmware y los gráficos fueron diseñados para resoluciones de 160×200, 320×200 y 640×200, según el modo de video utilizado (3, 2 y 1).
- La salida RGB del prototipo fue una novedad frente a la salida RF de muchos de sus competidores.
Pero veamos cuáles eran las características técnicas del prototipo original: microprocesador Zilog Z80A, RAM de 64 KB, un grabador de cassette build-in (en el mismo chasis del teclado), salida de video RGB para monitores dedicados, salida de audio a través de un altavoz interno monoaural, teclado mecánico de 74 teclas y teclas de función, ROM de 32 KB con Locomotive BASIC 1.0 + firmware del sistema, puerto de impresora, puerto de expansión y puertos para joysticks.
Cuando la CPC 464 finalmente fue presentada, su enfoque de todo en uno la diferenciaba claramente de la Sinclair ZX Spectrum, que dependía de periféricos externos. Y en comparación con la Commodore 64, la CPC tenía una paleta de 27 colores y una resolución gráfica flexible, aunque el chip de sonido AY-3-8912 era inferior al SID en términos de complejidad musical.

Los primeros prototipos de la CPC 464 son piezas rarísimas hoy en día. Se estima que no más de 5 unidades sobreviven en colecciones privadas o museos. Uno de ellos fue exhibido brevemente en el Centre for Computing History de Cambridge (Reino Unido), donde se destacan las diferencias notables con la versión final, como el color de la carcasa, conectores de prueba y etiquetas manuscritas en las placas.
El prototipo de la CPC 464 es considerado una joya histórica, y el proyecto Arnold es un ejemplo fascinante de cómo una empresa no dedicada a la informática logró irrumpir exitosamente en uno de los mercados más competitivos de los años 80’s con un diseño centrado en la simplicidad y en la integración.