Raiden

Lo más asombroso de Raiden, el juego de Seibu Kaihatsu lanzado en 1990, es que, a pesar de no aportar ningún rasgo de originalidad, se convirtió en un estándar de su género. Pese a su gran éxito, nunca se pensó que este juego atrajera al público occidental. De hecho el jefe de Seibu, Hitoshi Hamada, tenía serias dudas sobre Raiden al punto de estar convencido que no destacaría en un mercado abarrotado de títulos similares.

La trama de Raiden es tan genérica como su clásica jugabilidad de shooter vertical. En el año 2090, la Tierra se ha convertido repentinamente en el objetivo de extraterrestres perturbados conocidos como Cranassians. Tras la invansión alienígena, la World Alliance Military ha construído un arma vanguardista, el caza de ataque supersónico Raiden. Basado en una nave enemiga capturada, es la única esperanza de supervivenvia para la humanidad. Todos esos elementos hicieron que Raiden se convierta en un exito relevante.

Las virtudes del juego son para destacar. Su estudiada y exigente curva de dificultad, los inteligentes patrones de ataque, su modo de dos jugadores, el excelente sistema de power-ups y una banda sonora magistral. Su éxito fue tan inmediato que superó en ventas a mitos como Dragon’s Lair o Star Wars y es uno de los shoot’em-ups más vendidos de todos los tiempos. Pero volviendo al mencionado sistema de power-ups, la manera en que funciona ha sido clave, ya que es un aspecto determinante en este tipo de juegos.

Raiden tiene dos tipos de power-ups que se dividen en dos subcategorías. Cada uno de ellos puede potenciarse recogiendo continuamente el mismo icono que, con algo de paciencia, hay que esperar a que cambie entre ambos para elegir al adecuado. Si se atrapa un power-up diferente al utilizado en ese momento, se cambia el arma de ataque quedando a la mínima potencia. El primer power-up es el disparo principal que presenta dos variedades, Vulcan y Laser, y el segundo power-up son las armas secundarias: misiles guiados o cohetes estándar. Tanto la potencia como la frecuencia de ambos es mejorada con los iconos correspondientes.

Ningún shooter está completo sin una súper arma. El caza supersónico Raiden está equipado con un número limitado de bombas termonucleares que, al detonar, crean una colosal bola de fuego que envuelve gran parte del área de juego. Al inicio de cada partida se cuenta con tres de estas bombas, aunque se pueden conseguir más durante el juego y, además, se reponen al momento de ser abatidos.

El gran éxito de Raiden significó su conversión a otros sistemas. Casi todas las adaptaciones fueron notables, pero los ports de Sony Playstation y Atari Jaguar fueron los más destacados. Cuando Seibu Kaihatsu quebró en 1993, los creadores del juego fundaron una nueva empresa llamada MOSS y compraron los derechos de Raiden para continuar con la franquicia hasta el día de hoy.

Este fabuloso juego lo disfruto a menudo en mi Sega Mega Drive, en mi SNES o bien a través de emuladores arcade en mi XBOX Classic. Si todavía no has jugado a Raiden, es algo que deberías remediar inmediatamente. 🙂

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