Arkanoid

Lanzado por Taito en 1986, Arkanoid es una copia del clásico juego Breakout de Atari. Después del descomunal éxito de Space Invaders, Taito logró crear una impresionante cantidad de juegos que se convirtieron en clásicos del mercado arcade, y sus franquicias más populares llegaron también al mercado doméstico. Reciclando ideas de juegos anteriores, como Operation Wolf y Chase HQ, nació Arkanoid, una remake actualizada de Breakout.

Taito decidió agregar un argumento al juego que, aunque pobre, le daba al jugador un propósito: no era cuestión solamente de vaciar pantallas llenas de ladrillos, sino de abrirse paso por ante las defensas del enemigo y acabar abatiéndolo. La historia tenía una conclusión, la famosa pantalla 33 donde no se permitía continuar la partida, incluso aunque tuvieras créditos disponibles. Esa batalla final era a vida o muerte.

Además del renovado argumento, Arkanoid incluyó una buena cantidad de mejoras en la mécanica de juego. Por un lado, aparecieron los ladrillos de metal: los de plata (que requieren de dos golpes para desaparecer) y los de oro (que son indestructibles). Y por otro lado, los minios de Doh, enemigos que aparecen en la zona superior de la pantalla y van descendiendo hacia el jugador.

Para compensar, en Arkanoid existen cápsulas de power-ups que caen desde ladrillos al azar. Hay siete cápsulas en total, cada una con su inicial marcada, y en general son útiles para facilitar la aventura dando ventajas a la Vaus o alterando el comportamiento de la bola. Las menos habituales son la cápsula P que otorga una vida extra, y la B que abre un portal directo al próximo nivel.

Arkanoid fue lanzado en un mueble arcade tradicional con un hardware bastante modesto: una CPU con un procesador Z80 corriendo a 6 Mhz. y un chip de sonido AY. Pronto llegaron las versiones domésticas, y el arcade fue portado a un total de 16 sistemas. Lo malo de estas versiones es que, si bien consiguieron captar la estética del juego, con ellas se perdió uno de los grandes atractivos del arcade: el control con joystick rotatorio, que le daba al jugador una considerable precisión. Por suerte, varias de las versiones domésticas ofrecían la posibilidad de jugar con un mouse, mientras que los ports de Commodore 64, Atari 8 bits y NES permitían jugar con un paddle.

En 1987 llegó la secuela, Tournament Arkanoid, diseñado para dar un empuje a las ganancias del juego original antes de la llegada de la auténtica secuela: Revenge of Doh, que elevó el número de pantallas de 33 a 64, aunque para poder verlas todas hay que jugarlo dos veces, ya que pertenecen a dos caminos distintos hacia el final. Revenge of Doh fue portado también a una buena cantidad de sistemas domésticos, aunque no tantos como el primero. El mercado estaba saturado de juegos similares, y de hecho Atari resucitó Breakout en 1996 con una versión para su consola Jaguar.

En 1997 aparecieron otras dos secuelas: Arkanoid Returns en arcades y Playstation, y Arkanoid. Doh It Again para SNES. Ambos tenían decenas de niveles, power-ups adicionales y posibilidad de juego cooperativo. En 2007 salió una versión para DS, y en 2009 ports para Nintendo Wii, Xbox360 e iOS. Seguro con el tiempo habrá más, aunque por algún motivo Taito no incluyó Arkanoid en sus recopilatorios Taito Memories y Taito Legends. En conclusión, si quieres revivir la experiencia Arkanoid, lo mejor sigue siendo acudir a las versiones domésticas.